Se trata de una permanente de pestañas, mejorada. La diferencia con los sistemas anteriores es que los pelos se enroscaban en rulitos (como los de la cabeza) y, la mayoría de las veces la curva quedaba tan acentuada que las pestañas se veían más cortas (y se ‘chocaban’ con el párpado cuando éste estaba muy caído…)
Con este “lifting”, las pestañas se alargan desde la raíz. Esto es posible gracias a unas almohadillas de silicona que se ajustan al párpado, y en lugar de ‘doblar el pelo’, lo estira y eleva hacía la punta, creando el efecto de mayor longitud y espesor (se llega a todos los pelos incluso a los más cortitos).
Sobre la almohadilla se aplican dos geles diferentes: uno que consigue el efecto de alargamiento desde la base del párpado, y otro que las ahueca, consiguiendo así más volumen. Además, para quien lo quiera, se incluye el tinte.
Las pestañas se levantan – solemos tenerlas naturalmente ‘rectas’-, y se ven más densas y oscuras. El resultado es menos espectacular que el de las extensiones, pero es una alternativa estupenda y quedan tan naturales que se están animando muchos hombres.
El procedimiento se realiza en 45 minutos aproximadamente y su duración depende de la calidad de las pestañas de 5-8 semanas, se puede repetir el procedimiento en cualquier momento, porque no es muy agresivo. Pero como no deja de ser un tratamiento químico, se recomienda esperar a que las pestañas empiecen a tomar su forma natural, usar un suero y/o un acondicionador, en la mañana y en la noche para su hidratación.