Botox, para combatir los signos del envejecimiento
El tratamiento con Botox (toxina botulínica) para combatir los signos del envejecimiento es uno de los procedimientos más utilizados por todos los especialistas en estética facial no solo en España sino a nivel mundial. Se calcula que el tratamiento con Botox supone cerca de un 60% de los tratamientos médico-estéticos de rejuvenecimiento facial realizados en todo el mundo, tanto en hombres como en mujeres.
Las principales aplicaciones de Botox están dirigidas a eliminar pequeñas arrugas e imperfecciones que aparecen con la edad por la actividad de los músculos de la expresión facial, como por ejemplo las arrugas del entrecejo, las arrugas de la frente y las famosas patas de gallo. Sin embargo, el Botox tiene muchas otras indicaciones médicas y estéticas.
¿Por qué hacerse un tratamiento con Botox?
Las ventajas que presenta el uso de Botox por su amplitud de usos, la seguridad y la efectividad de sus resultados, lo convierten en un tratamiento facial muy atractivo para todo tipo de pacientes.
Las principales ventajas de este tratamiento son:
- Gran efectividad para eliminar pequeñas arrugas e imperfecciones.
- El efecto rejuvenecedor es rápido.
- Resultados naturales.
- Se realiza de forma ambulatoria en el propio centro o clínica.
- Es seguramente el procedimiento estético más documentado y los riesgos o efectos secundarios son realmente escasos.
- Rapidez en la aplicación del tratamiento.
- No es doloroso.
- El coste es muy asequible.
¿Cómo es el tratamiento con Botox?
El efecto que conseguimos con el Botox es una relajación temporal de los músculos faciales que forman arrugas. El procedimiento se realiza mediante la administración de pequeñas microinyecciones prácticamente indoloras en las zonas a tratar.
Previamente a la aplicación del tratamiento, el especialista realizará un estudio personalizado sobre las características del paciente y expresiones faciales para no alterarlas con el tratamiento.
De media, el tratamiento dura entre 15 y 20 minutos, si bien puede variar en función de las necesidades de cada paciente y de la amplitud de la zona a tratar.
La duración del efecto también puede variar dependiendo de los casos y las circunstancias de cada paciente, aunque por lo general el efecto permanece entre 4 y 6 meses. Se recomienda la aplicación del tratamiento cada 6 meses para prolongar su efecto.
Los resultados comienzan a ser visibles pasadas de 48 a 72 horas. Sin embargo, el efecto máximo se obtiene entre una y dos semanas después de la aplicación.
Precauciones y efecto secundarios del Botox
Aunque como hemos dicho, el tratamiento con Botox es uno de los más estudiados y seguros en medicina estética, no está exento de posibles efectos secundarios. Por eso es fundamental ponerse en manos de un especialista médico a la hora de valorar su aplicación y evitar riesgos innecesarios. Recordar poneros siempre en manos de profesionales acreditados y con experiencia.
Hay que tener en cuenta que no todas las arrugas del rostro son indicadas para ser tratados con Botox. La toxina botulínica es efectiva sobre las arrugas dinámicas o de expresión, que son las que se forman a raíz de realizar distintos gestos con los músculos faciales. Las arrugas producidas por el envejecimiento o por el sol no son indicadas para tratar con toxina botulínica.
Los efectos secundarios son poco frecuentes cuando el tratamiento se realiza correctamente y con seguridad. La mayoría de los efectos secundarios responden a una errónea aplicación de la toxina botulínica. Con el Botox conseguimos una paralización del músculo, por lo que una incorrecta aplicación en lugar o dosis puede provocar una expresión poco natural diferente a la habitual del paciente o incluso efectos como la caída del párpado, inflamación de la zona o reacciones alérgicas.
Un tratamiento bien realizado, mejorará notablemente el aspecto de tu rostro y te ayudará a sentirte mejor con tu imagen.
Rejuvenecimiento facial con Botox en Madrid
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